Hace apenas algunos minutos terminó la asamblea interclaustros de la
Facultad de derecho y Ciencias Sociales de General Roca. Con un buen número de estudiantes presentes y muy pocos representantes docentes,
el debate se centró en torno a la aceptación o no del PROSOC,
Programa de Apoyo a las Ciencias Sociales.
La iniciativa consiste en un
programa de apoyo financiero a las carreras de ciencias sociales de todo el país, a través del cual se otorgan
25.000 pesos anuales a las carreras de Comunicación Social, Sociología, Trabajo Social y Ciencias Políticas. Esto, siempre y cuando las distintas facultades presenten un proyecto que contemple objetivos, destino que se le dará al financiamiento, metas y justificaciones. A partir de esa instancia, desde los organismos impulsores,
Ministerio de Educación y
Secretaría de Políticas Universitarias, se decide si se otorga el dinero o no.
Una vez más, y como ya es costumbre en la universidad,
la postura de los sectores de estudiantes y docentes fue opuesta. Mientras que los primeros rechazaron de manera unánime la aceptación del proyecto, los profesores adhirieron también casi de forma completa a la iniciativa.
Desde el estudiantado, se decidió oponerse totalmente a la propuesta a través de asambleas de discusión realizadas durante la semana. Las argumentaciones se centraron en que "el proyecto esta enmarcado dentro de la ley de educción superior" e "intenta acreditar las carreras a la
CONEAU", sumado a que "a través de la entrega de dinero se intenta llevar a estas carreras a situaciones similares a las ya acreditadas, pero de forma implícita". Por otra parte, desde el movimiento estudiantil también se advierte acerca del " intento por parte del estado de acortar las carreras y reducir los contenidos fomentando la importancia de las practicas rentadas en empresas privadas que controlan el sistema económico".
En la vereda opuesta,
la opinión docente fue otra. El claustro profesoral destaca la importancia de acceder a la propuesta y presentar el proyecto subrayando la necesidad "urgente de financiamiento para sostener el funcionamiento básico de las carreras". Por otra parte se hace incapie en que "esta es la primera alternativa de financiamiento que ofrece el ministerio de educación a las carreras de ciencias sociales en muchos años", agregando además que "el proyecto no pide explícitamente a la universidad nada a cambio" y que, en ese caso, "la universidad esta en todo su derecho de rechazar toda exigencia".
Muchas son las argumentaciones de cada uno de los sectores, y seguramente todas ellas igual de valederas. Pero
el problema en la Universidad Nacional del Comahue
es cada vez más profundo, y va mas allá del tema en particular que se ponga en discusión
.Docentes, graduados, estudiantes, no docentes. Cada sector piensa de una manera, cada uno con sus justificaciones o intereses en particular. Pero lo cierto es que
la comunidad universitaria esta cada día mas segmentada. La realidad es que cada vez son mayores las diferencias entre los integrantes de la universidad, y la situación empeora y recae año tras año. Mientras, las currículas de universidades e institutos privados crece y crece año tras año.
Sería pertinente entonces plantear como un
desafío a futuro para la universidad, un intento por limar asperezas, en la medida de lo posible, para que los sectores, de forma conjugada y
mas alla de sus diferencias en materia de lecturas politicas o ideologicas,
trabajen apuntando a un mismo objetivo, y no cada uno yendo hacia un lugar distinto.