Vuelve el perro arrepentido

Sin bombos ni platillos ni anuncios pomposos, volvió tranquilo y sin decir mucho nuestro gobernador a su querida provincia. O no tan querida, porque ni se cruzaba en sus planes retomar el gobierno. Según sus dichos solo regresaría para el trapaso del poder a Jorge Sapag. Lo que sucedió es que a Jorge Sobisch no le fue muy bien en las elecciones presidenciales. Ni siquiera en su tierra, donde el MPN es el partido más fuerte, pudo acomodarse en el primer puesto. De las 365.000 personas en condiciones de votar para presidente en Neuquén, solamente eligieron a Sobisch unas 50.000.

Y lo cómico, quizás, sea leer en el diario Río Negro las delcaraciones de allegados a Sapag: "Los ciudadanos le dieron la espalda. Entonces, algo debe haber hecho mal porque hace cuatro años la misma gente lo votó en un 56%". ¿Algo mal? Con un docente muerto por la policía es suficiente para responder la pregunta.

Disculpen lectores, la etapa post elecciones, genera muchas dudas, preguntas y conclusiones sobre cómo somos en función de qué elegimos. Un lector nos decía con respecto al posteo sobre Cristina, "¿y a quién querían que votemos?" Primero que no es cuestión de lo que nosotros queramos, pero eso es tema aparte. Pero sí es cierto que muchas opciones no hay, que no existe confianza en los candidatos, y que por lo general se vota lo menos peor. Sin embargo, entre tantas conclusiones y teniendo en cuenta que "Cada pueblo tiene el gobierno que se merece", por lo menos hoy no tenemos de presidente a Jorge Omar Sobisch. Esto no significa que la presidenta electa sea la mejor pero sí que cómo pueblo no elegimos a un cobarde. Tampoco esto quiere decir que Cristina sea valiente...

Lo rescatable es que en Neuquén la gente lo dejó de lado y ahora Sobisch tiene que volver, después de haberse gastado millones en gigantes carteles, panfletos, campañas, y pintadas al 100%. Hoy reasume en un acto privado, solito con su gabinete. Tendrá que aguantarse unos meses más un poco de trabajo...