abajo de las baldosas, renacen, reencarnar, cambian sus caretas, sus discursos, cambian de “amigos”, cambian de ropa, cambian de pensamiento, te invaden, te impregnan, te inundan. Sonríen, se muestran, vuelven a sonreir. Son ellos, sabrás reconocerlos .Cuando te hablan “te miran a los ojos”, una mirada segura y confiable. Fingen, parecen vivir fingiendo. Usan palabras como “juntos” “crecer” y “confianza”. Lucen perfectos, fuertes, inmutables. Y ahí estas vos, en el medio, sos la carnada perfecta. Te seducen, te compran, te agradan, te cansan, te ilusionan, te vuelven a cansar. Se vienen vientos de cambio, o no tanto, las urnas lo dirán.

1 comentario:
Chicos sigan asi que hay pocos como ustedes. parece que tienen las cosas muy claras y trasmiten esa claridad
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